En 1982, el guitarrista portugués Carlos Jorge Miguel volvió a su país después de haber estado un tiempo en Francia, donde había formado parte de varios proyectos musicales. Con la idea de seguir sus actividades musicales en tierras lusas, publicó un aviso en una revista de música local, que fue respondido por el bajista Tó Andrade. Andrade había formado parte de la Go Graal Blues Band (grupo portugués de blues que, al parecer, era conocido por componer sus canciones en inglés, toda una rareza para la época) y rápidamente encontró un sonido en común con Miguel, dando inicio al grupo. Al bautizarlo, eligieron el nombre «Vasco da Gama», en referencia al explorador portugués que descubrió la ruta para llegar a la India desde Europa, la misma que buscara Cristóbal Colón en sus viajes. Más tarde se les sumaron el cantante Luis Sanches y el baterista Orlando Levezinho.
Por esa época, la escena portuguesa del heavy metal recién se estaba formando, y aunque Vasco da Gama estaban lejos de ser la primera banda del género en su país, ciertamente no eran mucho más jóvenes que otros pioneros de la escena como NZZN, Xeque Mate, Mac Zac (que luego pasaran a ser Tarántula) y Atomic Mushrooms. Era un ambiente de poca experiencia, completamente subterráneo y donde tanto las bandas como los fanáticos tenían pocas posibilidades de ir a conciertos fuera de sus ciudades natales. Lo mismo se podía sobre toda la escena musical del rock, siendo que entre 1926 y 1974 el país había vivido el periodo de la Dictadura Nacional, que había impedido un gran desarrollo de este tipo de música popular. Sin embargo, que fuera una escena dentro de todo chica daba lugar para cierta experimentación.
El primer recital de Vasco da Gama se dio el 14 de enero de 1983 en el Rock Rendez Vous, un desaparecido local de la ciudad de Lisboa que es considerado una leyenda dentro de la escena del rock portugués por la cantidad de grupos famosos que comenzaron tocando ahí, equivalente al CBGB estadounidense o el Cemento argentino. El recital fue presenciado por un representante de Discossete, una casa discográfica portuguesa fundada en 1981, quien fue invitado por la banda y que les ofreció un contrato al poco tiempo, así que para junio de 1983 Vasco da Gama, ahora con el baterista Virgilio «Gil» Marujo reemplazando a Levezinho (algo que estaba planeado desde el principio), ya estaba grabando su disco debut autotitulado, con Miguel y Andrade encargándose de la producción.
Considerando la época y la ubicación geográfica, uno esperaría encontrarse una fuerte influencia de la Nueva Ola del Heavy Metal Británica apenas apreta play, y eso es claramente lo que uno se va a encontrar, aunque no sea obvio a primera escucha cuando arranca «Avé Rei do Mal», una canción con un fuerte apoyo en las melodías vocales y de guitarra. Suena sorprendemente trabajada y el estribillo se te queda en la mente a las pocas escuchas. ¿Acaso esperaba otra cosa? En parte sí, podría decir que esperaba un sonido más cercano al de «Confusão ou Ilusão», el segundo tema: es una onda más aguerrida, de cierto regusto punk. Hasta las letras van por ese lado: Metal-Archives dirá que las letras tratan sobre historia y mitología portuguesa, pero aunque mi portugués es inexistente la frase «forças policiais» en la canción ya debería ser un indicativo del camino que llevan las letras.
«Varinaice» (adaptación fonética de la frase «Very Nice») suena muy cercana al Iron Maiden con Paul Di’Anno en las voces, mientras que «Lendas e Mitos» tiene hasta cierta onda Black Sabbath, con su ritmo a medio tiempo y sus riffs ultra marcados, al punto que el riff al principio me recuerda a algún riff de la banda inglesa, aunque no pueda recordar con exactitud cuál.
Después de un Lado A fuerte, el Lado B pierde un par de puntos con respecto al anterior, aunque sea dentro de todo sólido. «Feijão Verde» es un hard rock agradable aunque no muy memorable, mientras que «Rock’n Rosseau» es un rock’n’roll con cero heavy metal, con mucho énfasis en el piano y los acompañamientos de palmas, que la hacen por lejos la canción más extraña del álbum, con un ritmo casi rockabilly. No me disgusta, pero queda completamente fuera de lugar en medio del disco, y casi parece un relleno.
Por suerte el disco recupera el nivel en sus dos últimas canciones: «Vasco da Gama» (la canción) vendría a ser el himno de la banda, con su apoyo en los coros de varias voces que recuerda a un Accept menos pesado y más melódico. Al final cierra «Morte», que haciendo honor a su nombre arranca con la «Marcha Fúnebre» de Frédéric Chopin, y que es la más larga y lenta del disco, con un riff oscuro pero manteniendo el sentido de énfasis en las melodías de las otras canciones.
El álbum suena dentro de todo bien, con cada instrumento sonando claro y en su lugar. No creo que tuvieran un gran presupuesto para el álbum, pero parece que hicieron lo mejor con lo que tenían. Obviamente tiene detalles extremadamente ochentosos, pero eso es algo que ya es de esperar con esta clase de álbumes (casi diría que muchos buscan precisamente esa ochentosidad al momento de acercarse a estos discos).
«Vasco da Gama» es un disco que demuestra algunas falencias, con su Lado B claramente inferior y un par de temas que suenan un tanto de relleno, además de que ninguno de los músicos (con excepción de unos buenos solos por parte de Miguel) haga algo que de verdad vaya a volarle la cabeza a alguno. Pero tiene también muchas virtudes, y el Lado A y el par de temas rescatables del Lado B son suficientes para dar un resultado positivo al álbum.
Claramente Vasco Da Gama era una banda que tenía un gran potencial, con buen gusto al momento de buscar la melodía (algo que es más difícil de encontrar de lo que parece). Y parece que todo le sonreía al grupo, logrando ser teloneros de Diamond Head cuando tocaron en Portugal en 1984, y en 1988 participaron de un compilado de su sello junto a las bandas Ibéria y Samurai, aportando tres canciones ya publicadas en su disco. Pero no habría segunda oportunidad para el grupo: «Vasco da Gama» sería el único álbum de la banda, que se terminó separando. ¿Cuándo? No tengo la más mínima idea: casi cualquier rastro del grupo parece haberse esfumado después de 1988, con excepción de una mención de la muerte de Tó Andrade en 2015. ¿Se separaron por peleas de los miembros? ¿El disco no tuvo éxito? Vaya uno a saber, porque en esta ocasión encontré todavía menos datos que con Asparez, y eso es bastante decir.
«Vasco da Gama», el álbum, se convirtió en una toda una pieza de colección, con una copia llegando a los 176 euros en Discogs y con algunas a incluso 400 euros, algo obviamente provocado por la ausencia de cualquier reedición. Pero después de más de 35 años, y en un evento que recién me enteré al momento de comenzar a escribir este texto, que el sello Carbono reeditó el álbum este año, no sólo en vinilo sino también en CD, la primera edición del álbum en ese formato, incluyendo como bonus un par de canciones grabadas en vivo en el Rock Rendez Vous. Es una oportunidad más que valiosa para echarle un vistazo a toda una curiosidad a esta curiosa (y destacable) del heavy metal ochentoso más under.
Fuentes:
– https://portugal80smetal.blogspot.com/2011/05/vasco-da-gama.html (Toda la parte del principio es más que nada una traducción de lo escrito en esta entrada del blog «Portugal 80s Metal», por lejos la fuente más grande de información que pude encontrar acerca del grupo. También tiene imágenes del álbum y de entradas de la época).
– https://www.discogs.com/artist/3659419-Vasco-Da-Gama-2
– https://www.metal-archives.com/bands/Vasco_da_Gama/47872
– https://www.reddit.com/r/portugal/comments/bc9llk/looking_for_help_with_portuguese_heavy_metal/ (Desde ya, un agradecimiento a los usuarios de r/Portugal, por echarme una mano con respecto a algunos datos de la época)