Grindcore
Bokrug – 2014 – Opus 4
Alejandro Sabransky debe ser de los músicos más trabajadores del metal argentino, si tenemos en cuenta la enorme cantidad de proyectos que integra y los estilos tan variados de cada uno, como el death metal poético y retorcido de 1917, el thrash de Ammentia, el funeral doom metal de Funeris, el doom death de los ya desaparecidos Seol y el deathgrind de Bokrug, casi todos proyectos que tienen a Sabransky como miembro único.
Como decíamos, la música de Bokrug en “Opus 4” va por el lado del death old school y el grindcore de canciones que jamás pasan de los 3 minutos y en muchos casos no llegan a los 2 minutos. Las canciones son retorcidas en sus riffs y brutales tanto en sus ritmos, casi siempre a los palos pero con secciones más lentas intercaladas, como en sus voces, que hasta suenan como si hubieran sido grabadas en una caverna. Nada súper original en este campo, pero no por eso menos destacable.
Las letras, tanto en español como en inglés, son de un estilo un tanto menos poético y retorcido que las de 1917, pero las referencias literarias y el estilo tan propio de Sabransky siguen estando presentes y le dan un estilo bastante original dentro del estilo. Aunque la música de Bokrug sea mucho más directa que la de 1917 y no haga realmente falta entender las letras para disfrutar de la música, si es posible lo mejor es tener las letras cerca para apreciarlas.
Al igual que con casi todos sus proyectos, Sabransky se encarga de todos los instrumentos, incluyendo la programación de la batería. Y hablando de la batería programada, creo que es un elemento que puede llegar a molestar en algunos pasajes, porque a veces suena demasiado artificial, siendo una de las tantas excepciones los ritmos de «La cuarta ofrenda». Claro, esto está muy lejos de llegar a arruinar el disco y no llega a empañar todo el trabajo que se puede sentir en cada riff y en cada canción. Así que si podés pasar por alto los elementos en contra que mencioné anteriormente, lo mejor es que escuches este disco y descubras a Bokrug, uno de los mejores proyectos en su estilo en la escena argentina.
Necrocadaveric Vomit – 2014 – Necrocadaveric Vomit EP
Necrocadaveric Vomit es un quinteto procedente de Paraná, Entre Ríos. Este EP homónimo es su primera producción de estudio.
Lo de NV es un brutal death metal mezclado con algo de grindcore. No son los campeones de la originalidad (¿Quién lo es en este género?), pero lo que hacen lo hacen bien. Hay algunas influencias de slam death metal, como en los breakdowns de «Devorada En Vida Por Cuerpos Putrefactos», y en canciones como «Síndrome de Repulsión» y, en especial, «Necrovómito», la banda juega con riffs, a cargo de Santiago «Capucha» Pontoni, un tanto más técnicos y complejos.
Las voces de los cantantes Joel «El Faraón» Tutau y Cristian «Batata» Heydrich son las típicas del género, debatiéndose entre los guturales graves, los chillidos más agudos y los pig squeals. Nada que no se haya visto antes, ¿pero qué sería el género sin ellas? Hasta hay ciertos momentos en que las letras, que excepto en «Putrid Flesh», «Tortured & Impaled» y «Army Of The Zombies» están en español, pueden entenderse. El bajo de Ariel «El Chicho» Reyes sigue mayormente a las parte de guitarra, pero hay algunos momentos en que queda solo y puede lucirse, como en «Putrid Flesh».
El disco pierde algunos puntos con el tema de la batería. No tanto por el lado de la actuación de Mathias «El Simpático» Chamorro, que se nota que tiene un dominio total de su instrumento, sino por el sonido: suena claro pero tapado en la mezcla, el redoblante es un poco débil, y en algunos blastbeats se termina volviendo una bola de ruido. Un punto a mejorar a futuro.
«Progenie del Caos», «Necrovómito», «Devorada En Vida Por Cuerpos Putrefactos» y «Síndrome de Repulsión» son las destacadas del disco. No es casualidad que sean las más largas, sino que las mejores virtudes de la banda salen cuando se dan más tiempo para desarrollar las canciones y que no sean tan inmediatas.
Párrafo aparte para la presentación del disco: el booklet cuenta con un gran diseño de Lucas Reynoso, que también dibujó la excelente tapa con un zombi pudriéndose y con un ojo colgando de la cuenca ocular. Simplemente me encanta.
Aunque tenga algunos puntos en contra, «Necrocadaveric Vomit» es un disco muy entretenido, en especial cuando la banda se aleja un poco de los cánones establecidos del género y saca su costado más técnico. Queda en el grupo si van a seguir esta senda o sentir que ya encontraron su sonido, pero es una buena idea pegarles una oída y sacar conclusiones por uno mismo.
SFC – 2014 – Vaciarse.Pudrirse.Morirse
Ayer, me encontraba en el bandcamp de Lxs Jugadxs (cuyo demo voy a reseñar dentro de poco) y me fijé en la parte de las bandas recomendadas por el grupo, y ahí se encontraban los autores del material de hoy. Ya de por si, el nombre me llamó la atención, y la etiqueta de «doom/grind» me convenció.
3 canciones en 5 minutos con 11 segundos. SFC tienen el arte de la síntesis a flor de piel, pero lo que les falta de duración en las canciones lo tienen en pesadez y densidad del sonido. Grabado en agosto de 2014, «Vaciarse.Pudrirse.Morirse» es la segunda producción de este trío de voz, guitarra y batería proveniente de Berisso, provincia de Buenos Aires.
Las canciones, en lo poco que duran, pasan del blastbeat al medio tiempo y de ahí a la marcha lenta y pesadillesca, como en el final de «Morirse», en pocos segundos. Los riffs son simples, super distorsionados, gordos y sin vueltas, y la batería no da respiro entre tanto blastbeat y maltrato. Shuel, el cantante, grita y se retuerce ante las letras llenas de visiones de muerte, de podredumbre y de dolor, como una versión más grave de Mike Williams de EyeHateGod, los pioneros del Sludge. Porque acá hay mucho del sonido de Nueva Orleans, y también del grindcore, como bien dice la banda.
En «Vaciarse» y «Morirse», la banda combina a partes iguales el arranque hardcore y la marcha fúnebre doom. En cambio, en «Pudrirse» la banda deja de lado el doom y crea un track de puro hardcore/grind. Sin embargo, la mixtura de ambos géneros es lo más interesante del grupo, por lo que «Vaciarse» y, sobre todo, «Morirse» se destacan como lo mejor de la placa.
Aunque un disco tan corto no sea suficiente para hacer un juicio, se nota que el grupo sabe a dónde va. Habrá que ver para dónde va el sonido de la banda en el futuro, si siguen con la mezcla de géneros o si eligen uno de los dos caminos, pero es seguro decir que es una propuesta a seguir. A estar atentos.