Eyehategod – 2014 – Eyehategod

Pasaron muchas cosas desde la última vez que Eyehategod entraron a un estudio de grabación para grabar un disco, hace ya 14 años: la elección de George W. Bush como presidente de los Estados Unidos, el atentado a las Torres Gemelas, la guerra de Irak, la reelección de Bush, el paso del huracán Katrina por Nueva Orleans que dejó más de 1800 muertos y destruyó varias decenas de miles de casas, incluyendo la del cantante Mike IX Williams, quien por ahora vive en la casa de Phil Anselmo, ex cantante de Pantera.

«Eyehategod» es el nuevo disco homónimo de la banda de Nueva Orleans, una de las mayores influencias de ese sonido bautizado como Sludge Metal, donde se combinan las voces gritadas del hardcore punk con el sonido lento y pesado del doom metal.

En 25 años de carrera, podríamos decir que el grupo no se ha movido de su sonido, pero eso sería engañarse un poco, porque «Eyehategod» sigue la línea de la última producción de estudio de la banda, «Confederacy of Ruined Lives», donde ofrecían una versión más «accesible» de su sonido, con canciones más cortas y riffs más marcados y menos podridos. Incluso así, el término «accesible» debe ser tomado con pinzas, porque estamos hablando de una banda donde los sonidos de acople de las guitarras juegan un papel fundamental y las voces son una mezcla de gritos y chillidos, con las letras que tratan temas como la muerte, la pobreza, el delito, la adicción a las drogas y todo lo que pueda contar un tipo como Williams, que estuvo en la cárcel una buena cantidad de veces y experimentó con cuanta droga pueda uno imaginarse.

Como decíamos, esta es una versión un poco más accesible y ganchera de Eyehategod. Puede sentirse un dejo a los japoneses de Church of Misery en «Worthless Rescue», canciones tirando al hardcore punk como «Agitation! Propaganda!» y «Framed to the Wall», y marchas funebres sabbathicas como «Robitussin and Rejection» y «The Age of Bootcamp», y hasta una canción que recuerda a los momentos más pesados de la banda, como «Flag and Cities Bound», que comienza con un minuto y cuarenta segundos de sonidos de acoples.

Mike IX Williams demuestra que es uno de los cantantes más personales del género. Las guitarras de Jimmy Bower y Brian Patton escupen esos riffs oscuros y jodidos mezcla de Black Sabbath y Black Flag. El bajo de Gary Mader puede quedar un poco tapado en la mezcla, pero toma protagonismo cuando lo dejan sólo con la batería, como en «Agitation! Propaganda!».

Hablando de la batería, esta fue la última grabación de Joe LaCaze, quien murió en agosto del 2013 por una falla respiratoria. Su instrumento suena claro y su pegada es poderosa, destacándose como uno de los puntos altos del álbum.

Eyehategod es una de esas bandas que no necesitan estar innovando su sonido para poder hacer algo relevante, porque el lugar ya lo tienen ganado hace rato. Aunque nada de lo que vayas a escuchar no se haya escuchado en otros discos de la banda, eso no importa. Ya sea más pesados hardcore o más pesados bluseros, estos yanquis sureños siempre invitan a ser escuchados para sumergirse en ese mundo de pesadillas que crean a través de sus canciones. Sin duda alguna, uno de los discos más destacados del año.