Por si no recuerdan la reseña que hice anteriormente de este extraño experimento, permítanme recordarles: Terminal es un proyecto de Tobias Lindqvist, que los más avispados tal vez recuerden como el bajista de los speedmetaleros suecos Enforcer. Aunque el tributo a los ochentas está muy lejos de ser algo nuevo, Lindqvist decidió abordarlo desde una visión bastante original: hacer un homenaje a grupos como Credo, Pokolgép y Magnit, bandas de heavy metal del bloque soviético de los ochentas. El homenaje llega al punto de tener las letras completamente en esloveno, algo bastante llamativo más allá de que sólo una porción muy pequeña de la población mundial pueda llegar a saber si son siquiera gramaticalmente correctas.
Después del demo “Heavy Metal Lokomotiva / Slovo” de 2014 y el single “Satanski naročila / Črna smrt” de 2015, yo no podía ser el único que estaba esperando que Lindqvist se pusiera las pilas y sacara aunque sea un EP o incluso un LP, para darle una forma más elegante a este proyecto. Es por eso que la salida de «Zadnji Izlet» me tomó un tanto por sorpresa, para bien y para mal: para bien porque siempre es bueno tener nuevo material de un grupo que logró balancear el homenaje y la personalidad propia, y para mal porque parece ser que este single es el fin de Terminal. Puede que se retome en algún momento, pero por ahora las seis canciones que salieron son lo único que vamos a escuchar de Terminal.
Pero bueno, vamos a dejar de lado los lamentos y a enfocarnos en lo que tenemos ahora. “Zadnji Izlet” contiene dos canciones que suenan un tanto diferentes del resto del material de Terminal, aunque no hubiera quedado fuera de lugar si hubieran entrado en un LP de Terminal. “Epilog”, la canción más larga de la corta discografía de Terminal con sus siete minutos y monedas, tiene el filo metálico característico del resto de las canciones del proyecto incluso con su tempo lento y esos teclados que suenan como grabados en una iglesia. Suena hasta progresiva en ciertos momentos, en una mezcla de estilos que era característica de las bandas a las que Termina busca homenajear.
“Zadnji Izlet”, la canción título, es bastante más llamativa en cuanto a su estilo: es una balada bastante suave que va alternando entre el protagonismo del piano y la presencia del resto de los instrumentos, una especie de “power balada” de una época antes de MTV. No está nada mal, pero luego de cuatro canciones de gloria metálica soviética (!) se puede hacer un tanto pesada, y en eso no ayuda que dure casi seis minutos y sea el tema que abre el single. Aunque la parte que arranca a los 3:33 es ganchera en esa especie de dramatismo cursi pero efectivo y cautivante.
Al final, podemos concluir en que “Zadnji Izlet” está uno o dos pasos por debajo de sus hermanos mayores, algo que no es tan malo considerando lo alta que habían dejado la vara esos lanzamientos, Lo mejor hubiera sido meter un tema más enérgico y dejar la balada para el final, pero así como está no está nada mal como broche de oro a la ínfima carrera de Terminal, un excelente homenaje a esos grupos que dieron el grito metálico desde detrás de la cortina de hierro.