Godspeed You! BLACK EMPEROR (1976)

Algunas películas pasan a la historia por sus historias. Otras por sus efectos especiales. Otras por el impacto y la influencia que hayan tenido en su género. Algunas por todo eso junto. Algunas pasan a ser infames por sus puntos negativos. Y algunas pasan simplemente desapercibidas, pasadas por alto por el público. Pero no muchas deben ser recordadas por haber dado nombre a bandas famosas.

«Godspeed You! BLACK EMPEROR» (ゴッド・スピード・ユー! BLACK EMPEROR – Goddo Supīdo Yū! Burakku Enperā) es uno de esos casos tan particulares, ya que la famosa banda canadiense de post rock Godspeed You! Black Emperor tomó su particular nombre de ella. Pero hay más para decir de esta película que sólo una anécdota interesante que la une con una banda del otro lado del mundo.

Este documental filmado en 16mm en blanco y negro retrata la vida de los «Emperadores Negros», una pandilla de «bōsōzoku» (jóvenes con un gusto particular por las motos personalizadas, la violencia, la cultura estadounidense y el hacer ruido, esto último llevado al punto de sacarle el silenciador del caño de escape a las motos sólo para que fueran más ruidosas), y sus enfrentamientos con la policía y otras pandillas, y la relación con sus respectivas familias. Todo está envuelto en una atmósfera pesimista y lúgubre, en especial por ese blanco y negro tan sucio, pero también atrapante y con grandes imágenes, como la marcha de más de 100 motos, conducidas por tipos con jopos y vestidos con ropas oscuras y camperas militares adornadas con símbolos como la bandera imperial japonesa y antiguos símbolos chinos, escoltadas por la policía a través de la ciudad con ese soundtrack bien rockero que no puedo encontrar por ninguna parte. Si eso no es heavy metal, entonces ¿qué es heavy metal?

Sin embargo, al momento de ver cómo se llevan con sus familias, estos pandilleros muestran su verdadero rostro: chicos que buscan su identidad, su lugar en el mundo, que sienten que ni sus padres ni la escuela le dan la contención que necesitan, y que por eso recurren a la violencia como una manera de expresar su frustración.

No es una película perfecta ni una obra maestra. Le hace falta desarrollar una mayor profundidad sobre los hechos que retrata, y no hay una verdadera línea argumental que una toda la película, aunque no creo que esto último le haya importado al director Mitsuo Yanagimachi. Además, hay algunas escenas que son un poco largas y que cortan demasiado con toda la acción que se había visto hasta ese momento.

A pesar de esto último, creo que es una película muy interesante y con una gran estética, que revela uno de los tantos lados oscuros y particulares de la sociedad japonesa de posguerra y de su cultura, tan misteriosa y difícil de comprender a los ojos de los occidentales. Lamentablemente, la única forma de ver la película completa es una copia subida a Youtube que tiene el defecto de traducir poco de lo que se dice en la película, además de que los subtítulos en inglés están desincronizados. Es una pena, pero uno termina acostumbrándose y comienza a armarse toda la situación con lo poco que puede captar con lo que dice abajo.