Shining – 2015 – IX – Everyone, Everything, Everywhere, Ends

En «Redefining Darkness» (2012), su octavo disco y el primero sin numeración desde su debut «Within Deep Dark Chambers» (2000), Shining habían hecho un pequeño cambio en su propuesta, acercándose a un sonido de tinte progresivo que hizo que muchos los relacionaran con sus compatriotas Opeth. Pero cuando hablamos de un grupo con casi 20 años creando un sonido propio y una identidad, mantenida por las letras llenas de fantasias suicidas y violencia y la voz ronca del polémico y talentoso cantante Niklas Kvarforth, que se ha mantenido ante cualquier cambio musical, entonces no podemos hablar de un detrimento en su propuesta porque Shining es un grupo de trabajos de alta calidad. Sin embargo, para los fans de su sonido clásico, ya sea en su forma de black metal suicida más directa o en su forma más refinada pero no por ello menos oscura, este cambio estilístico bien podía ser una decepción.

«IX – Everyone, Everything, Everywhere, Ends», además de volver a la numeración en los discos, viene a volver a poner las cosas en su lugar… o tal vez no. Bien puede sentirse como una vuelta a las raíces, pero no sé si como una vuelta «completa» a sus raíces. Pueden encontrarse varios elementos que recuerdan a discos como «IV – The Eerie Cold» (2005), particularmente en sus partes más lentas, y a «V – Halmstad» (2007), pero también varios otros que se sienten como nuevos, como si la banda buscara una tercera vía, o una cuarta, dentro de su sonido. Como ejemplo de lo primero, «Vilja & Dröm» no hubiera sonado extraño en «IV – The Eerie Cold», y gran parte del disco puede sentirse como una vuelta a ese tipo de sonidos; pero, como muestra de lo segundo, tenemos a «Människotankens Vägglösa Rum» y su comienzo de enfoque fuertemente riffero, complementado con los solos entre ¿blueseros? y ¿pinkfloydianos? y las secciones acústicas típicas del «sonido Shining»; y a eso, se le suma «Inga Broar Kvar Att Bränna», un track sorprendentemente acústico y calmado.

El noveno disco de los suecos los muestra luchando entre su pasado y su presente, aunque con resultados de calidad como se espera de una banda como Shining. No está tan a la altura de los mejores discos de la banda, bien puede decirse que está bastante cerca. Si esto es el inicio de una nueva etapa o un regreso más directo al sonido de sus discos más clásicos, bienvenido sea. Aunque con una banda como Shining, nunca se sabe lo que se pueden sacar de la galera.