Fughu – 2009 – Absence

El pez fugu o “pez globo” son considerados delicias dentro de la cocina, porque la dificultad extrema de su preparación, causada por el veneno presente en su cuerpo, es una tarea que sólo unos pocos maestros de la cocina pueden llevar a cabo.

De la misma manera, el rock y el metal progresivo es un platillo que pocos logran preparar sin consecuencias desastrosas: muchos caen en la facilidad del virtuosismo masturbatorio, el querer mostrar cuántas notas pueden meter, cuántas escalas conocen y el nivel de pretensión de las líricas. Por suerte, hay bandas que logran entender que son las canciones y no el virtuosismo de los músicos los que deben guiar a una banda. Este último es el caso de Fughu.

Formados en Buenos Aires en 1998, este quinteto llegó a ser elegido por los estadounidense Dream Theater para abrir uno de sus conciertos en 2008, sin tener siquiera un disco oficial en la calle. Ese disco oficial llegó al año siguiente, con la edición de “Absence”.

La referencia musical más cercana para Fughu es Dream Theater, pero también Queensrÿche (sobre todo en la voz de Santiago Bürgi), Fates Warning y, obvio, todo el rock progresivo de la década de 1970, en especial Van der Graaf Generator. Hay sorpresivas incursiones en géneros como el folclore (como en “Red V”) y el tango (en “Tilt” y “Slow”, un interludio de bandoneón).

Claro, las estructuras extrañas, los tempos atípicos, y los riffs complejos y están furiosos a la orden del día, porque no sería metal progresivo sin ellos, pero lo que prima es la canción, y acá las hay muy buenas: “Ashes”, “Dead End Start”, “Absence”, “Solitude”, una balada a puro piano y voz, y “Red V”, un instrumental con interludio a puro folclore y teclados creando atmósferas cinematográficas, son grandes muestras del talento de la banda para lograr conjugar estilos sin que parezca un simple menjunje de ideas.

La producción es perfecta: todos los instrumentos se escuchan claros y con espacio para desarrollarse, algo que por suerte es cada vez más frecuente dentro de la escena argentina.

“Absence” es uno de los álbumes más destacados en lo que a metal progresivo argentino se refiere en los últimos años. Las influencias son palpables, de eso no hay duda, pero no se busca copiar, sino sumar influencias y crear un sonido propio y complejo.